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LISMI, NACIDA PARA NO CUMPLIRSE

 

La Ley 13/1982 de 7 de Abril de 1982 o Ley de Integración de los Minusválidos (que conciencia social tienen los gobernantes) L.I.S.M.I. se hizo para “amortiguar” un poco las desventajas que un discapacitado puede encontrar en la sociedad, a lo largo de su vida... Dicho así suena magnífico, y de hecho, si se cumpliera, sería así... Pero vamos a analizar el contenido de esta Ley. (enlace a L.I.S.M.I).

El TÍTULO PRIMERO son los Principios Generales, el TÍTULO SEGUNDO se refiere a quienes pueden ser titulares de los derechos, el TÍTULO TERCERO habla sobre la Prevención de las minusvalías, el TÍTULO CUARTO sobre el diagnóstico y valoración de las minusvalías, y el TÍTULO QUINTO del sistema de prestaciones sociales y económicas... empezamos...

Actualmente se cobra una pensión  de aproximadamente 240 euros (son datos aproximados, y nada reales). Si tu discapacidad es lo suficientemente alta como para necesitar  ayuda de 3ª persona, la cuantía puede llegar a los 360... Con esa “fuerte suma” de dinero (que ni siquiera llega al salario mínimo, ¡Jamás entenderé por qué los gastos de un discapacitado son menores que los de un trabajador!) has de hacer frente a los gastos que conlleva la vida y a los gastos que conlleva tu enfermedad... Dentro del mismo título, en el Apartado 2 se dice lo que comprende, (mas bien lo que debería comprender) dicha prestación... habla de gastos médicos, gastos de ayuda de tercera persona (que tercera persona trabajaría por ese dinero...), gastos de transporte (¡Cómo el transporte público está tan bien adaptado...! una persona que utilice una silla eléctrica, por lo tanto no plegable, y que para desplazarse use los servicios de un Euro-taxi), ha de llamar por teléfono, solicitar un euro-taxi a una compañía que ofrezca este servicio, esperar a que tenga suerte y halla uno por su zona, y abonar los al menos 6 euros con los que suele llegar el taxímetro...) y Rehabilitación medico-funcional (págate un gimnasio que ofrezca estos servicios, que como naturalmente no está cerca de tu casa, deberás también hacer frente a los gastos de transporte...)

TÍTULO SEXTO  Habla de la Rehabilitación (me ceñiré en todos los ejemplos a mi caso, que no es ni mejor ni peor que el de muchos otros, y que conozco bien...). Durante el periodo de mi enfermedad, que camina hacia los 15 años, he recibido tratamiento rehabilitador en las siguientes situaciones: Aproximadamente al mes de salir del hospital, en el Gregorio Marañón. Recibí el alta en diciembre, comencé en enero, y en julio fui dado de alta. Me recogían las ambulancias de Gegúndez, en mi casa, aproximadamente a las 8:30. A las 9:00 tenía la hora. A las 9:30 salía. Espera la ambulancia, y aproximadamente a las 10:30 en casa... 

Foto de una sala de rehabilitación

Tras un largo periodo, en el que no recibí ningún tratamiento rehabilitador, tras visitar a una doctora, recibo tratamiento rehabilitador en la Clínica del Trabajo, en la madrileña Glorieta de Cuatro Caminos... A las 11:00, por lo que la ambulancia de Gegúndez me recogía en casa sobre las 10:00. A las 11:30 salía, pero debía de esperar a las ambulancias de la empresa Santa Elena. 

Algún día, a las 13:00 estaba sentado en mi silla esperando la ambulancia... que al fin llegaba... pero se llevaba a varios enfermos al mismo tiempo. Si  decías que no, espera otra ambulancia... Así, para ir a mi casa de Vallecas, antes dejábamos a otros discapacitados en la Plaza de Castilla, Santiago Bernabéu... y luego que la suerte te acompañe, y no te toque la ambulancia con la puerta rota... En el año 1998, y tras mi ingreso en el CRMF de Madrid, voy al gimnasio. Recibo tratamiento rehabilitador durante mi estancia. Esta termina en diciembre de 2000, por lo que a día de hoy, no recibo ningún tratamiento...

En la sección segunda se habla del tratamiento y orientación psicológica. En el tiempo que dura mi enfermedad, sólo he visitado un par de días al psicólogo. Fue en el CRMF de Madrid, donde una psicóloga se interesó por mi salud mental, al leer un relato que presenté al concurso literario del CRMF.  Ah, y en la Unidad de Psiquiatría del Gregorio Marañón, donde tras acudir a consulta, una doctora me mandó Lexatin (un relajante, tranquilizante o sedante...)

En la sección tercera se habla de la educación. No tengo nada que decir, puesto que no he utilizado este servicio. Sólo diré que soy Técnico especialista en Electrónica Industrial, y que estos “conocimientos” los adquirí en el Instituto de F.P. Vallecas I, y que si los tuviera que adquirir ahora, me lo pensaría... Para mí, tiene mas valor que un discapacitado, que lo es de nacimiento, sepa leer y escribir, que una persona “normal” que tenga un Master... ¿Conocéis muchos centros educativos perfectamente adaptados? ¿Institutos  y “Campus” de Universidades (Igual sí, pero como no me he podido trasladar en transporte público...)? Claro que si estás tan afectado que tu discapacidad te impide el acceso a estos centros...¡alégrate! Con la pensión que percibes, puedes contratar los servicios de un profesor particular... De los centros  especiales de educación (a los que debes asistir si tu discapacidad lo precisa) no voy a hablar, puesto que los desconozco. La biblioteca Alberto Sánchez, es un claro ejemplo del acceso que un discapacitado tiene a la cultura. ¿Y las bibliotecas  (si algún discapacitado consigue acceder al centro cultural Alberto Sánchez, que me lo haga saber. Iniciaré las gestiones para que se le construya un monumento...)?

TÍTULO SEXTO Y SÉPTIMO Habla de la Recuperación profesional y de la integración Laboral. En el Artículo 38.1 se dice claramente que las empresas que en su plantilla empleen al menos a 50 trabajadores fijos, deberán reservar el 2% para trabajadores con algún tipo de discapacidad... 

Foto de Alberto Ruis Gallardon Recientemente escucho en Telemadrid que el presidente de la comunidad autónoma, D. Alberto Ruiz Gallardón, ha firmado un “pacto” con los empresarios de Madrid, para que esto se cumpla...  Señor Gallardón, disculpe mi ignorancia, pero, ¿hace usted política con 20 años de retraso? En este tiempo, en su comunidad, ¿estaba “tolerado” que esto no ocurriera?... Mis disculpas, señor Gallardón, pero el señor D. José Bono (del PSOE), creo que ha hecho algo parecido en Castilla-La Mancha. Se dice que se fomentará la contratación  del discapacitado (ustedes, se empeñan en decir que somos “menos válidos”.

Si ustedes son los válidos, prefiero serlo “menos”) mediante ayudas y subvenciones, que irán desde ayudas para la adaptación del puesto de trabajo, hasta rebajas en las cuotas a la Seguridad Social... ¿Sirve de mucho si no existe un transporte con el que me pueda trasladar hasta mi lugar de trabajo?.

Se dice, artículo 39.1, que corresponde al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, a través del Instituto  Nacional de Empleo, la colocación de los “minusválidos”, que hayan terminado su recuperación  profesional, y que las Oficinas de Empleo (artículo 39.2) dispondrán de un registro de trabajadores con discapacidad... El INEM... ¡como mola!...Nos van a buscar una ocupación... Me descubro ante el INEM...

Foto del logo del ministerio de trabajo y asuntos sociales

Durante la permanencia en el CRMF de Madrid estuve apuntado en la oficina correspondiente. Me  apunté, no con la confianza de que me encontraran un trabajo (hace mucho que dejé de “creer” en los Reyes Magos), si no para que me hicieran “oficial” el posible título que obtuviera en el CRMF. Al poco tiempo recibí una carta de esta entidad, para que asistiera a la entrevista de trabajo de una empresa como antenista (hacía tiempo que no me había reído tanto). El Tutor de Empleo se encargo de llamar, comunicar mi estado, y evitarme el tener que asistir a la entrevista y bajar a “sellar” trimestralmente...

Foto de José Luis Perales y compañeros del C.M.R.F

Cuando termina mi estancia en el CRMF, en el año 2000, termina mi relación con el INEM... En septiembre de 2002, recibo una llamada en casa. Es de Radio Ecca. He sido “propuesto” para la realización de un curso, a través de INTERNET. Debo de cumplir 3 requisitos... ser español (por tanto, tener DNI), discapacitado (he de tener mi correspondiente  certificado) y estar en paro (he de tener mi tarjeta como demandante de empleo...). Como este último requisito no lo cumplo, acepto, asegurando que el lunes haré la inscripción. Bajaré acompañado de mis padres. 

Al comunicarme éstos la imposibilidad de acompañarme, mando un e-mail renunciando... Me llaman, me dicen  que no importa, pero que el miércoles (día en el que mis padres me pueden acompañar) debo realizar mi inscripción en la oportuna oficina. Acepto. Es miércoles bajo a la calle Santa Amalia,  el final de la calle de Peña Prieta, pero no  es un capricho (soy “caprichoso”, pero en éste caso no.), es la que me corresponde. No tengo mas que decir que gracias que fui acompañado de mi padre, el cual pudo subir las escaleras, y decir dentro que me abrieran la puerta alternativa... Volví a casa, tras la oportuna inscripción. A los pocos días (para que las malas lenguas vayan diciendo por ahí, que el INEM no funciona) recibo una “oferta” para realizar un curso... Tras hablar  con la oficina, les remito la carta, les escribo comunicando mi situación, notificando que no puedo asistir y rogando hagan los cambios oportunos para que una situación así no se produzca... (tengo que reconocer que la culpa fue mía. Como tengo la manía de guardarme la silla de ruedas en el bolsillo cuando voy a un organismo oficial... es lógico que no  se dieran cuenta de mi condición de discapacitado). Bueno, asunto solucionado... A los 10 días, recibo una carta de la Oficina de Empleo Puerta del Ángel. Lo mismo, pero no logro hablar con ellos. La carta rogándoles que hagan los cambios oportunos, la remito... Al poco una nueva carta de la misma oficina. Lo mismo, Quieren que reciba un curso. Les digo que soy discapacitado, y que no tengo inconveniente si todos los días vienen a recogerme a casa y a traerme, porque en el transporte publico me es imposible... Al poco llaman por teléfono a casa, pidiendo  explicaciones ante mi falta... ¿No  les he remitido cartas? ¿No  les he explicado mi situación, incluso adjuntando fotocopia de mi Certificado de Minusvalía? ¿No les he pedido que hicieran los cambios oportunos en mi ficha? ¿Y el Registro de los trabajadores con discapacidad? ¿Me pagará el INEM los gastos de sobre, sello, fotocopias y llamadas de teléfono? ¿Yo soy el menos válido?. Se dice que aquellas personas cuya discapacidad impida la “inserción” en una empresa, podrán formar los Centros Especiales de Empleo (CEE), y cuando su  situación sea peor, serán miembros de Centros Ocupacionales... ¡Qué bonito, que fácil nos quitarán de la circulación!. Pero son tan ineptos, que no han pensado que para hacerlo, deberían crear esa infraestructura...  

Claro, que si tienes suerte, puedes ingresar en un CRMF, o Centro de Recuperación de Minusválidos Físicos (Creo que en España, está el de San Fernando, en Cádiz, Salamanca, Albacete, Lardero en la Rioja, El Ferrol en A Coruña y Madrid). Son centros, en teoría, perfectamente adaptados para la vida de un discapacitado. Además de recibir una formación (lo poco o mucho que se de Informática lo aprendí en el CRMF de Madrid. Desde aquí, ¡gracias!), tienes residencia, servicio de Rehabilitación, Psicólogo, Equipo Médico,  sanitario, servicio de comedor, cafetería,  cuidadores, trabajador social... pero el plazo de permanencia es limitado.

Foto del C.M.R.F

Con esos seis centros, ¿se puede ofertar una atención para el colectivo de personas con discapacidad?  Claro, estos centros los “controla” el IMSERSO, y están financiados por los Presupuestos Generales del Estado. No entiendo como, disponiendo de los medios técnicos, mano de obra, personal “especializado” que te puede aclarar muchas de tus dudas, no se pueden realizar trabajos para el exterior, a través de los cuales se podría ayudar al mantenimiento (además de las experiencias profesionales que se pueden adquirir)

En el Artículo 47.1 se dice que los “minusválidos” (he llegado a la conclusión que lo de la “conciencia social” lo utilizan para ganar votos en elecciones...¡como queda bonito!) que no posean un trabajo remunerado, no por su causa, tendrán DERECHO a la percepción de una pensión que les garantice unos ingresos mínimos (y tan mínimos... no tengas “vicios”, que la has “cagao”). ¿Eso significa que la diferencia entre esta prestación y el salario mínimo, lo perciben de mas los trabajadores? ¡Que me lo expliquen!.

TÍTULO OCTAVO se habla de los servicios sociales. Se dice que tienen como objeto garantizar la obtención de los adecuados niveles de desarrollo personal y de integración... Contaré mi experiencia personal, la Ley creo que la tienen a mano, y por tanto, pueden juzgar...

Durante mi estancia en el Hospital, no recuerdo haber recibido  la visita de ningún trabajador/a social. Tras permanecer ingresado 9 meses. 2 semanas, 2 días, 21 horas y 30 minutos... y ser trasladado a casa, no  recibo la visita ni  el asesoramiento de ningún Trabajador/a social, cuando me he de comprar la silla (la primera que tuve), no me informaron que tuviera derecho a ningún abono por parte de la Seguridad Social. 

Foto del logo del IMSERSO

No fueron ellos los que me informaron de que tenía derecho a una pensión, ni a asistencia sanitaria (fue gracias a una amiga de mi hermano, trabajadora del IMSERSO), por lo que si mal no recuerdo (que es posible), estuve aproximadamente dos años sin cobrar ningún tipo de prestación. Al cabo de los dos años, recibo en mi domicilio la visita de mi médico, la enfermera y el trabajador social de mi ambulatorio. 

Suben a conocerme...¡que detalle!, pero en ningún momento me hablan de mis derechos como discapacitado. Permanezco en la misma situación hasta 1998, fecha en la que ingreso en el CRMF de Madrid (gracias a que mi hermano vio un artículo en prensa, que el trabajador social, lo desconocía...) . Ya recibo asistencia sanitaria, percibo una pensión...pero es en el contacto directo con otros discapacitados (tengo que reconocer, que también de la Trabajadora Social) donde me entero que tengo derecho a otras ayudas. En el artículo 51.1 se dice que tengo derecho a los servicios de orientación familiar, de atención domiciliaria, de información y orientación, de residencias y hogares comunitarios... ¿podrían informarme donde se encuentran esas residencias y hogares comunitarios de los que se habla? ¿Acaso son producto  de la imaginación de nuestros dirigentes? ¿Existen, pero no he sido informado?.

TÍTULO NOVENO En la sección primera se habla de la movilidad y de las barreras arquitectónicas. En el artículo 54.1 se dice que todos los edificios públicos y privados, con gran afluencia de público, en sus reformas deberán adaptarse para poder ser utilizados por personal  con algún tipo de discapacidad, quedando excluidos (lógicamente) las reparaciones que exigieran la higiene, el ornato y la normal conservación de los inmuebles existentes... ¡Que bonito, que bien (se me saltan las lágrimas)...! Vamos a abandonar un poco las Leyes, para centrarnos en las experiencias vivida.

1. Se habla de la “adaptación” de los transportes públicos (lo considero prácticamente, indispensable). Veamos. Metro: por razones mas que evidentes, su utilización es prohibitiva para nuestro colectivo. Ahora bien, en las estaciones de nueva construcción  se han instalado ascensores para el acceso al interior... Pero, ¿de que me sirve poder acceder al interior en la estación próxima a mi domicilio, si no puedo hacer trasbordo, ni bajarme en la estación que quiero?. Los autobuses. Alguien “vendió la burra” al señor alcalde de Madrid, D. José María Álvarez del Manzano, de lo “ideal” de disponer de una flota de autobuses de “piso bajo. Pensado para todos”. Poco a poco, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) los está adquiriendo. No todos los autobuses son de piso bajo, ni todas las líneas disponen de ello. Si montar en uno, el acceso al interior debes de hacerlo por la puerta trasera. Una rampa saldrá hasta tu encuentro. 

Foto de un autobus

Al mismo tiempo, el autobús se inclina para facilitarte la labor. Si eres un “Superman” conseguirás subir la rampa sin ayuda.  Te colocas en el espacio habilitado para ello (si  el autobús va  un poco lleno, olvídate). Por supuesto, las silla no van “ancladas”, por lo que si frena bruscamente...(recomiendo que cuando se acceda a este servicio, los creyentes lo hagan confesados...) Tendrás  que pedir a alguna persona que se acerque al conductor y abone tu billete, porque si tienes suerte y el camino está despejado, que tengas suerte y el conductor no arranque, porque al volver a tu “espacio” puedes vivir una experiencia semejante a las vividas por los protagonistas de “La Guerra de las Galaxias”...

Por supuesto (y esto me hace pensar que el director de este medio de transporte, lleva comisión...) debes esperar el autobús provisto de un paraguas, puesto que no podrás hacerlo desde una marquesina (lugar desde el cual se esperan los autobuses), ya que éstas no disponen de rebajes, y en invierno sufrirás la lluvia, y en verano el sol. El tren. RENFE, previo aviso, dispone de personal (casi siempre voluntarios, aunque eso da igual) que te ayudan a subir y bajar del tren. Por supuesto, en la estación de llegada, otros “señores” te esperan... pero, ¿qué pasa si  te surge realizar un viaje inesperado?. Luego cuenta con que la estación en la cual te apeas, este perfectamente “adaptada”, si no, prepárate a pasar un maravilloso día en la estación,  y por supuesto, si el viaje es largo, lleva tus “cosas” hechas de casa, y reza por que no te de un “apretón” El avión. Al igual que en el tren, debes de avisar previamente, y te ayudan para subir y bajar de él. Como acudas al aeropuerto, corre por tu cuenta... El barco, lo desconozco (en Madrid, lo mas parecido que tenemos, es la “barca de El Retiro”. Pero claro, también puedes usar el transporte privado. Los taxis. Existen, básicamente y a mi entender, 2 categorías de usuarios. Los que pueden coger un taxi normal (discapacitados cuya lesión les permita caminar sin demasiados problemas, y usuarios de sillas de ruedas manual y plegable...) y los discapacitados que por diferentes motivos son usuarios de sillas eléctricas... Estos han de utilizar los llamados “euro-taxi”, vehículos preparados para el transporte de un discapacitado montado en su silla. Has de llamar a una compañía que disponga de este servicio. Abonar los al menos 6 euros con los que llega (a veces no llega?????) y luego el trayecto a realizar...

2. La sanidad. Cada vez estoy mas convencido que las clínicas, centros médicos, sanatorios, hospitales... están diseñados para “gente sana”. Si esto no es así, ¿que me dicen del Ambulatorio de la Seguridad Social de la calle de Peña Prieta (es cierto que tiene una entrada alternativa, pero como suele estar cerrada, has de ser acompañado por un “válido” que suba las escaleras, y avise en recepción)? ¿O el Ambulatorio de la calle Montes de Barbanza? ¿O del Hospital General Gregorio Marañón, donde fui operado de hemorroides el 4 de Enero del presente año? (Me dieron la cama 2304, en una habitación en la que era imposible desplazarte con la silla, pero eso no es nada si has de realizarte un análisis de sangre...)

3. Por lo visto, el trabajar, es prácticamente imposible para nuestro colectivo. ¿Están enterados los empresarios del “chollo” que supone la contratación de un discapacitado (rebajas en las cuotas a la Seguridad Social, ayudas para la adaptación del puesto de trabajo, subvenciones...). Claro que si no lo consigues, puedes acudir al INEM (¿Te arriesgarás?)

Foto de un edificio en construcción 4. Acceder a una vivienda, al menos es preocupante (no imposible. O al menos eso es lo que creen. Con la ALTA prestación que recibes ¿puedes hacerte cargo de abonar unas letras? Puedes acceder a una vivienda de Protección Oficial (en Madrid las construye el IVIMA). Pero has de ser informado  por los trabajadores sociales. Pides cita previa. Que afortunadamente te la dan (me estoy poniendo en el mejor de los casos). Tienes que acudir a una cita, en una calle, que por “casualidad”, nunca te pilla cerca. Te trasladas en  un transporte adecuado???. 

Para una oferta de viviendas (pongamos de 500) se presentan numerosas solicitudes. Luego  el señor Cascos, ratificado por el señor Aznar, dice que si el precio de la vivienda es caro, es porque la situación  económica del país es tan buena, que la gente los puede comprar (como humoristas, no tienen precio...).

5. El ocio, para nuestro colectivo, es privativo. Me gustaba el cine, pero esta afición la he olvidado, puesto que hace mucho que no voy... los cines “adaptados” siguen siendo pocos, y desgraciadamente JAMÁS están cerca de tu domicilio. El teatro tampoco... pero puedes ir a bares (dime a cuales), pubs (¿Conoces alguno en el que no tengas que hacer “virguerías” para entrar?...), discotecas (premio si recuerdas alguna en la que entrar no sea arriesgado, y en cuyo interior te puedas desplazar sin problemas...)

Foto de una sala de cine

Gracias a nuestros gobernantes (de cualquier partido político es igual) y al IMSERSO, puedo realizar cualquier viaje vacacional, escalar montañas, bucear por las costas españolas... pero no puedo trabajar, acceder a una vivienda ni tener ratos de ocio...

Se habla de la baja natalidad del país... pero, un discapacitado, con estos “antecedentes”, se puede arriesgar a formar una familia? ¡Digánme como! 

Jose Luis Perales Martínez

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